Microreseñas: «Fragmentado»

Night Shyamalan, director y escritor de «Split», que aquí se encuentra con el nombre de «Fragmentado», es un artista de culto. Se hizo famoso por su memorable película de terror «Sexto sentido», pero los nerds lo adoran sobre todo por «Unbreakable», considerada por el New York Times una de las diez mejores películas de superhéroes de todos los tiempos.

«Fragmentado» es la continuación de «Unbreakable» y el retorno de Shyamalan al éxito de taquilla y de crítica. En esta ocasión hace una peculiar aproximación a la génesis de los personajes oscuros con superpoderes, es decir, los supervillanos. Estos se forman, sostiene la película, no por la exposición del sujeto a alguna clase de ácido, como en el caso del Jocker, o a la electricidad o la radioactividad, como otros supervillanos tradicionales, sino al sufrimiento psicológico extremo: abuso infantil, violencia sexual, etc. Esta tremenda prueba la enfrentan personas que luego la sociedad considera «broken», rotas, pero a las que en verdad el dolor hace más «puras» y «evolucionadas» que el resto.

Este curioso discurso está a la vez en la boca de un esquizofrénico con personalidades múltiples que explica sus transformaciones («uno es lo que cree ser») y en la boca de su psiquiatra, una mujer fascinada por la capacidad de los enfermos mentales con múltiples personalidades para «encarnar» estas de manera integral: por ejemplo, para ser fuertes y débiles físicamente, dependiendo de quiénes piensan que son, o para actuar como varones o mujeres, e incluso para estar diabéticos o ciegos a veces, y sanos en otras ocasiones.

Si obviamos este trasfondo, el resto de «Fragmentado» es un thriller criminal sin relación alguna con los cómics de superhéroes y supervillanos. Kevin (muy bien interpretado por James McAvoy) o, mejor dicho, su personalidad «Dennis», secuestra a tres adolescentes y las encierra en un sótano. No las agrede sexualmente porque otra de sus personalidades le recuerda que deben ser «alimento sagrado», algo que no es metafórico: está previsto que las chicas «impuras» sean devoradas por la «Bestia», la vigésima cuarta personalidad de Kevin, una mezcla de los animales del zoo en el que el perturbado hombre trabaja (medio tigre, medio oso, medio araña, etc.) Pero una de las chicas, Casey (Anya Taylor-Joy), no es «impura», ella también está «broken», es víctima del acoso sexual de su tutor, y por eso se halla en mejores condiciones para enfrentar a este otro predador que aparece en su vida.

El filme está bien hecho, dentro de las convenciones del género «psycho», y logra tenernos en vilo, aunque no es tan fácil admitir el cruce que hace entre este género y el de los esperpentos con superpoderes, que a su vez es un subgénero de la categoría superhéroes.

La mezcla es atrevida y si bien resta verosimilitud al thriller, al mismo tiempo enriquece con mucha y muy detallada «vida real» la génesis del supervillano «Beast», que en la tercera entrega de la serie enfrentará a «Dr. Glass».

El éxito de esta película ha sido considerado por los medios progresistas estadounidenses como un alarmante signo de los tiempos. En la sociedad de «Fragmentado» no hay policías ni ninguna otra institución que se haga cargo de imponer la justicia: todo es podredumbre y sálvese el que pueda. Un retrato social que al parecer resulta convincente para los jóvenes de la era de la crisis democrática y la insurgencia de los autoritarismos.

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