“Avengers: EndGame”: El final de una era
Segundos antes de que comience la película, la sala de cine parecía temblar con los aplausos y gritos del público: la gente no podía contener su emoción. La atmósfera era eléctrica. Se notaba que todos habíamos estado contando los días para estar ahí, viendo la tan esperada conclusión de los eventos de Infinity War, la película previa en la que Thanos logró cumplir su terrorífico plan.
Al finalizar la película había un sinfín de opiniones, pero todos estábamos de acuerdo en algo: acabábamos de presenciar el final de una era.
Avengers: EndGame es dirigida por Joe y Anthony Russo, y guionizada por Christopher Markus y Steven McFeely, un cuarteto que ya ha producido muchos éxitos de Marvel, el mismo que encabezó Infinity War. En cuanto al reparto, la lista de pesos pesados es larga y conocida en mayor o menor medida.
Esta cuarta entrega de la saga de los Vengadores ha despertado tantas expectativas que en manos menos capaces se hubiera desmoronado bajo su propio peso. En cambio, EndGame cierra con broche de oro los cabos que dejó sueltos el filme precedente, y termina con un final hecho para complacer a los fanáticos de la saga y a nuevos espectadores, que al mismo tiempo logra ponerle un punto final a las veintiún películas que conforman el universo cinematográfico de Marvel, el cual comenzó a configurarse hace once años, cuando se estrenó Iron Man.
La narrativa es impecable. Todo parece tener su lugar, cada parte encaja perfectamente con la anterior y cada escena te prepara para la siguiente. Todos los momentos emocionales son adecuados y los registros cómicos y dramáticos están mezclados a perfección. A lo largo de las tres horas que dura EndGame, la audiencia recorre todo el espectro de las emociones humanas.
Es cierto también que la película tiene unos cuantos defectos menores. Por ejemplo, tarda en encontrar un ritmo estable y, por lo tanto, sin ser aburrida, resulta un poco lenta al principio. Esto de debe a la multitud de personajes y acontecimientos que se tocan, y también a que se ofrece un detallado retrato de los personajes principales.
Otro de los pecados que se le puede atribuir a la película es que las explicaciones sobre física y ciencia a veces son un poco descabelladas. Por otro lado, los directores parece haber hecho esto intencionalmente, pues no querían perderse en frases técnicas y complicaciones innecesarias. Como resultado, los espectadores que quieran buscar errores de lógica o cabos sueltos en la película podrán hacerlo, pero aquellos que no quieran darle mucha importancia a este tipo de cuestiones, y decidan dejarse llevar, serán recompensados con una historia genial.
A veces la película es muy indulgente con los seguidores de los cómics, a los que les entregan varios “fan service” (servicios a los fanáticos), pero por otra parte los escritores no temen tomar riesgos con los personajes y hacerlos realmente suyos, incluso si con el riesgo de no obtener la aprobación de los fans más devotos. Esta película es una obra personal y no solo un manojo de escenas de acción.
Sin embargo, EndGame es también, innegablemente, un “blockbuster” de acción. Los efectos especiales y las coreografías de pelea ponen a todo el mundo al borde de sus asientos. Entre Infinity War y EndGame, Marvel y Disney gastaron un millardo de dólares, y esto se nota en la pantalla. Para la gente que disfruta de un espectáculo visual, esta película es un deleite y bien vale el precio de la entrada a las salas de cine.
Puede que esta película sea el evento que marque a una generación de espectadores. Así que, fan o no, si el lector no la ha visto, debe hacerlo, aun sea solo para entender de qué hablara todo el mundo durante esta temporada.