Mrs. Davis: Dios y la inteligencia artificial

En uno de los mejores diálogos de esta serie, la monja Simone, su protagonista, interroga a Mrs. Davis, la todopoderosa inteligencia artificial que se ha convertido en regidora del mundo, acerca de las razones por las que mintió, cuando dio a conocer las causas de la muerte de su padre, y esta, con absoluta sinceridad responde: “Porque percibí que la mentira iba a provocar mayor satisfacción en el usuario”.

De esta manera, sin muchas vueltas, se nos expone uno de los tantos temas que los habitantes de estos tiempos conocemos, pero que por diversas razones de índole política y social nos negamos a cuestionar: la virtualidad, que implica el proceso de mayor gestión de conocimiento de la historia, no se rige por la búsqueda de la verdad, sino por la lógica de la oferta y la demanda y el resultado lo tenemos a la vista: la proliferación de la pornografía como mayor temática en el uso en la red, el auge de los diversos tipos de fanatismos, el posicionamiento de la “post verdad”, etc.

Pero si equivoca usted si cree que Mrs Davis, es una serial de televisión, formal y sesuda; al contrario, la nueva propuesta de Damon Lindeloff, uno de los mayores creadores de la televisión contemporánea, podría describirse como una comedia alocada, aunque consistente en sus postulados y su realización.

Un mundo en el que la inteligencia artificial va tomando el mando no solo de la sociedad en su conjunto, sino de sus componentes como individuos (ya que tiene la capacidad de hablar y “aconsejar” permanentemente a cada uno por separado), una monja que literalmente se ha “casado” con cristo con el que interactúa en forma cotidiana, grupos de revoltosos que quieren destruir el nuevo régimen y todo ello condimentado con la búsqueda obsesiva del Santo Grial, por razones que recién al final se develan. Esos son los elementos centrales, de una trama que podría parecer dispersa, pero que capítulo a capítulo va siendo articulada, por la capacidad creativa del guionista – productor.

Y es que, si algo ha demostrado Lindeloff en su carrera, es su capacidad para crear mundos sofisticados con gusto y detalle; una suerte de delicatessen, inmersos en una producción televisiva global en el que los productos chatarra (y otros peores), son la norma.

Lindeloff saltó a la fama junto a J.J. Abrams, como productor y guionista de Lost (2004 – 2010), una de las seriales que redefinió la producción televisiva en el nuevo siglo y represento la “edad de oro” del formato, la que lamentablemente termino hace varios años. Gracias a esta serie Abrahams, dio un salto al séptimo y arte y se convirtió en “reciclador” de grandes sagas como Star Treak y Star Wars. Lindeloff por el contrario se quedo en la televisión, con una producción escasa, pero destacada por su originalidad. Entre el 2014 y el 2017 hizo The Leftlovers (la vida cotidiana en el mundo, posterior a la desaparición sin explicación alguna de un 2% de la población), y en 2019 Watchmen, la recreación del comic que se mueve en una realidad alternativa, cargada de temas políticos y sociales, en la que Estados Unidos ganó la guerra de Vietnam.

Los mundos del productor tocan temas densos, pero siempre están construidos con fuertes dosis de sofisticación y pasión por el detalle.

En Mrs. Davis, la apuesta parece ser la de articular líneas temáticas, que en el papel parecen llegar al absurdo, pero en la concatenación argumental fluyen, retratando un mundo que también en la formalidad no resiste ningún análisis lógico: ¿la elección como presidente de la mayor potencia del mundo de un condenado penal?, ¿la inacción de los factores mundiales de poder frente al cambio del clima (perfectamente evitable si se toman las medidas adecuadas), que tornara inhabitable nuestro planeta en poco tiempo?.

Vivimos en un mundo, donde la lógica política (convertida en lógica cultural) imperante ha logrado imponer patrones socio – económicos de existencia en forma inamovible, y por lo tanto evita (o por lo menos desprestigia), la discusión sobre ellos. Por eso es interesante el observar cómo varios cineastas eligen la comedia para discutirlos; ese fue el caso de No miren arriba (2021) de Andrew Mackay, donde se exponía con pertinencia la crisis climática, y es el sendero que también sigue Mrs. Davis, en referencia al uso del “algoritmo” y la inteligencia artificial.

En forma graciosa Lindeloff recupera la frase bíblica “La verdad nos hará libres”, y expone risueñamente su poca vigencia.

Mrs. Davis se estrenó y lamentablemente pasó relativamente desapercibida en la plataforma de streaming HBO Max, aunque usted ya sabe que una de las ventajas de la virtualidad se encuentra en que es posible conseguirla, o “bajarla” en cualquier tienda especializada de películas.

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