SILO
Hasta hace unas semanas, la crítica especializada decía que Silo, serie de ciencia ficción estrenada en la plataforma de Streaming Apple Tv, era la mejor propuesta televisiva del año en este género. La situación ha cambiado después del estreno de Fundación (2023), realizado en la misma cadena, la cual esperamos reseñar en las próximas semanas.
Lo cierto, sin embargo, es que Apple TV, una de las plataformas de streaming menos conocidas por estos lares, ha hecho de las producciones de ciencia ficción una de sus especialidades. Este mismo año esta estrenando nuevas temporadas, de Invasión (2021-2023) y Para toda la humanidad (2019-2023), una curiosa propuesta que desarrolla una historia paralela de la conquista del espacio bajo la el supuesto de que la desaparecida Unión Soviética hubiera ganado la competencia por desembarcar en la luna por primera vez en el anterior siglo. A su catalogo también podemos sumarle See (2022-2022), que describe un futuro distópico donde el planeta está poblado de seres humanos ciegos (en sentido literal, no figurado como ocurre en estos tiempos), y especialmente Severance (2022), dirigida, no protagonizada, por Ben Stiller, sin duda uno de los mejores productos de ciencia ficción de este siglo.
Silo nos describe un futuro distópico, en el que los restos de la humanidad, unas diez mil personas, viven en un enorme bunker subterráneo que consta de varios cientos de pisos. Dicha comunidad no conoce su pasado, y por tanto las causas por las que viven en dicha situación desde hace más de una centena de años. Además, tratar de descubrirlo es rigorosamente sancionado por las autoridades existentes. El único contacto que tienen los habitantes del “Silo” con el exterior, se da a través de un enorme ventanal en el que se puede ver una imagen idílica de la naturaleza. Sin embargo, aquellos que se atreven a salir, mueren de manera casi inmediata ante los ojos de los “silistas”.
La primera referencia que se nos viene a la cabeza es la del mito de la caverna de Platón; los seres humanos viviendo en una cueva y observando una realidad distorsionada. Sin embargo, como ocurre generalmente con la ciencia ficción, la alegoría en su parte fundamental esta referida a la situación que vive la humanidad en estos tiempos; el retrato de una sociedad en apariencia democrática, pero dominada por una estructura de poder que utiliza todos los mecanismos disponibles; sutiles, encubiertos o directamente violentos, para evitar que haya cualquier tipo de cambio en el orden establecido.
Silo es una adaptación de una serie de novelas de Hug Howey, y lo que seguramente fue una dificultad en la escritura del guion; la existencia de diversos protagonistas en las distintas novelas, finalmente se convierte en una virtud, ya que uno de los aspectos más atractivos en los primeros capítulos, es el del relevo, justificado narrativamente, de los protagonistas iniciales.
En Silo se pasa revista a los distintos justificativos para impedir el cambio; el primero y probablemente el más poderoso es el de la tradición, expresada en la convicción de que “esto siempre ha sido así”. Una vez que se ha vencido esa primera traba se pasa a la legalidad (en el Silo rige una suerte de “Constitución Política del Estado”, que se aplica a rajatabla). Un tercer paso es el de la “razón de Estado”; “no podemos cambiar porque ponemos en riesgo lo que tenemos” y finalmente, cuando se han atravesado los anteriores estadios, se recurre a la arbitrariedad pura y simple. En ese contexto, todo lo que implique un mínimo grado de creatividad e independencia se va volviendo cada vez más peligroso y subversivo, en ese sentido se retrata claramente como el reino de lo establecido tiene como basamento fundamental la mediocridad.
En ese marco Juliette Nichols, el personaje protagonista, va moviéndose a tientas para descubrir los hilos, representados por una serie de asesinatos extraños, que finalmente espera, la lleven a la “verdad”.
Una de las mayores virtudes de la serie se encuentra en que tiene la capacidad de realizar las consideraciones anteriormente desarrolladas con claridad, pero sin ser redundante. En ese sentido Silo es un thriller pausado, pero altamente efectivo, realizado con muy buen gusto.