La vía del futuro de Edmundo Paz Soldán: Entre la ciencia ficción y lo fantástico
por Vanessa Artieda
La vía del futuro de Edmundo Paz Soldán es una colección de ocho cuentos publicada en el año 2021 por dos editoriales, Páginas de Espuma, para España, y Nuevo Milenio, para Bolivia. Ya desde su tapa y su título se anuncia el género: la imagen de un astronauta y la palabra “futuro” hablan de la ciencia ficción, que no es algo nuevo en la narrativa de Paz Soldán: ya había publicado antes, en los mismos registros, las novelas Sueños digitales (2001) e Iris (2014) y el libro de cuentos Las visiones (2016).
Es claro que algo se repite en la narrativa de Paz Soldán: una constelación de historias diferentes que comparten el mismo espacio ficcional, el mismo escenario (aunque no necesariamente el mismo horizonte temporal). Las novelas Sueños digitales, Río fugitivo (1998) y El delirio de Turing (2003) ocurren en la misma ciudad semificcional, Río Fugitivo; Iris y Las visiones suceden en la ciudad de Iris. Encontramos algo parecido en La vía del futuro, pero esta vez no se comparte un espacio sino la misma realidad y contexto. Para decirlo de manera más amplia y en palabras del autor: los relatos se inscriben en un universo común, construido a partir de la referencia hacia el “Profundo”, una nueva deidad nacida de la tecnología cuyo culto es conocido o reconocido por todos los personajes. Su omnipresencia en la obra también abre la posibilidad del diálogo con otros géneros; por ejemplo, con lo fantástico.
La contratapa del libro dice lo siguiente: “La ciencia ficción de La vía del futuro dialoga con la literatura fantástica y el gótico”. Quizá aquí sirva recordar lo que proponía Ítalo Calvino a partir de lo que, antes, Tzvetan Todorov había sugerido sobre lo fantástico: se trata de narrativas en torno a hechos extraordinarios cuya explicación racional es todavía posible, lo que desencadena la indecisión o duda en los personajes y también del lector. “En la hora de nuestra muerte”, uno de los relatos incluidos en La vía del futuro, leemos: “Cada época actualiza sus relatos. Los fantasmas de las mansiones victorianas del siglo XIX se convirtieron en los espectros del cine y la televisión del XX”. En este libro, parece que Paz Soldán explora su propuesta sobre los fantasmas del siglo XXI a través de la presencia de Profundo, una deidad/fantasma presente, como otras deidades más famosas, en todo los tiempos y en todos los lugares. Hasta las máquinas presienten que tarde o temprano el dios los visitará.
De hecho, lo fantástico abunda en este libro de ciencia ficción. En “El astronauta Michael García”, como en el clásico “El caso del difunto Mr. Evelsham” de H.G. Wells, se describe la posesión de un cuerpo por la identidad interior (llamémosle espíritu) de otro. En “Las calaveras”, el protagonista tiene la duda de si su esposa es en realidad un fantasma y “En la hora de nuestra muerte” se reconstruye una extraña relación entre una supervisora de seguridad y las computadoras que utiliza.
En cambio, el diálogo de estos relatos de Paz Soldán con cierto registro gótico –mencionado en la presentación del libro– se manifiesta de otra manera, apenas evidente. Es más: único cuento que trabaja un escenario de este tipo – y el único en el que la ciencia ficción está ausente– es “Las calaveras”. Los personajes, una pareja, ven un fantasma durante un excursión de buceo en una caverna obscura y tenebrosa, etc.
Quizá consecuencia del interés siempre evidente de Paz Soldán por el diagnóstico y la descripción social y cultural, es en la ciencia ficción donde estos cuentos encuentran sus mejores efectos. Se revisan una serie de temas recurrentes: las nuevas idolatrías del capitalismo avanzado (el Profundo ya mencionado), la explotación laboral, el abuso y búsqueda de derechos, las gracias y desgracias de las drogas (los viajes a una mejor dimensión de la vida o las adicciones que conducen a la muerte o), las transformaciones que derivan del contacto con el espacio exterior y sus extraterrestres (estaciones y naves espaciales). En los cuentos “El Señor de la Palma” y “La muñeca japonesa”, por ejemplo, se trata la explotación. En el primero, se nos habla del uso de la tecnología para engañar a los trabajadores (los grandes empresarios son hologramas y el “dinero” es digital). En el segundo, la explotación es de androides que empiezan siendo máquinas y terminan como conscientes esclavos domésticos. Se exploran así temas archiclásicos del género: las porosas fronteras entre ilusión tecnológica y realidad, entre lo artificial y lo natural, etc.
La vía del futuro ofrece tal vez un (buen) diálogo entre la ciencia ficción y lo fantástico. Y el lector, al leer estos relatos, al igual que algunos de sus personajes, puede que sea movido a reflexionar sobre su relación con la tecnología.