Avaroa, sol de la gloria: El cine como arenga, himno y marcha
En su versión escolar, la gloria de Eduardo Avaroa depende de una sola escena: último sobreviviente de un acto de resistencia suicida, acorralado y herido, las tropas chilenas lo conminan a rendirse. «¿Rendirme yo? –responde– Que se rinda su abuela, carajo!». Cuando escuché por primera vez el relato de esta escena, recuerdo haber quedado,…