“Maestro”, un filme a la medida de Bradley Cooper
Uno de los protagonistas de la llamada “temporada de premios” será el filme “Maestro”, aproximación biográfica al famoso director de orquesta y compositor estadounidense Leonard Bernstein (Bradley Cooper). Esta película de Netflix ha recibido buenas críticas y numerosas nominaciones en diferentes festivales y premiaciones, que incluyen las de mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz, mejor maquillaje, mejor fotografía y mejor montaje. Esto indica que se adecua a los gustos y las tendencias de la industria cinematográfica occidental.
Coincide, por ejemplo, con la inclinación hollywoodense a reducir todas las biografías, que de suyo son complejas y diversas, a uno solo de sus aspectos: las relaciones amorosas, en particular si estas contienen algún elemento escandaloso. En este caso, lo que interesa es la identidad bisexual de Bernstein y como esta impacta sobre su matrimonio con la actriz costarricense Felicia Montealegre (Carey Mulligan). La atracción que ejercían en Bernstein tanto mujeres como hombres, la inicial ambigüedad de su vida privada, su enamoramiento con Tom Cothran (Gideon Glick), que coincidió con su ruptura con Felicia, la posterior reconciliación de la pareja, en fin, de esto es de lo que nos habla la película y no propiamente del arte de Bernstein, sus obras musicales o su activismo político y LGTB+.
Quien busque en esta cinta una tematización de los procesos creativos, de la habilidad divulgativa o de la relación dual de Bernstein con la música clásica y el espectáculo teatral (recordemos que fue el autor de “West Side Story” y de otros musicales de Broadway), quedará parcialmente decepcionado. Una excepción es la recreación de su manera muy personal de conducir una orquesta, con movimientos y gestos muy expresivos y aparatosos. Esta recreación es uno de los momentos cumbres de la extraordinaria interpretación de Cooper, el excelente actor de ”El lado bueno de las cosas”, “La gran estafa” o “El francotirador”, aunque seguramente más conocido por el público por su papel en la serie cómica “¿Qué pasó ayer?”.
Cooper y Mulligan son lo más destacable de la película y están nominados a todos los premios conocidos hasta esta fecha. Dado que Cooper es, además, el director y guionista de la película, se puede sospechar que “Maestro” fue concebida, desde el principio, para dotarle una plataforma ideal a su innegable talento histriónico. Que fue un “proyecto de vanidad”, como lo llaman algunos.
Con esto nos topamos con otro tópico hollywoodense. El interés de la industria cinematográfica por las biografías se debe, sobre todo, a su amor por los tours de force actorales (recordemos algunos de los Oscar a mejor actor de los últimos años: Gary Oldman por Churchill, Rami Malek por Freddie Mercury, Eddie Redmayne por Stephen Hawking, Daniel Day-Lewis por Lincoln, etc. Este año Bradley seguramente competirá con Cillian Murphy, que interpretó, también brillantemente, al físico Robert Oppenheimer).
Bernstein es representando como una persona extraordinariamente sociable y erótica, que se considera a sí misma “incapaz de no amar” y que gasta mucho tiempo en espectáculos y fiestas, al mismo tiempo que está, como todos los genios, muy seguro de su propio talento e importancia. Esta característica de su personalidad, lanzada hacia afuera, opuesta a la de los creadores solitarios, al parecer le impedía componer prolíficamente. Y esto lo torturaba. En cambio, su figura correspondía particularmente bien con el siglo XX en el que vivió, signado por la aparición de los medios de comunicación de masas.