Reacher, el buen “gorila”

El denominativo “gorila” fue muy usado en los setenta y ochenta en Latinoamérica. En general se usaba para identificar a los miembros o allegados de los regímenes militares que en esos tiempos asolaban la región. En Argentina el uso fue un poco más amplio y se aplicó a todos los componentes del espectro político que no estaban agrupados, o en la izquierda, o en el amplio universo del peronismo.

Pero en general, “gorila” se usa para identificar la persona grande y musculosa, de modales torpes y quizás tendiente al uso de la violencia en situaciones cotidianas.

Históricamente los protagonistas del cine “noir”, no han sido “gorilas”. Al revés, se trata de tipos relativamente espigados, Humprey Bogart como ejemplo, que, en base a inteligencia e ironía, derrotaban a los “gorilas”, generalmente presentes en el otro equipo. Reacher es la excepción que confirma la regla; mide 1,95 y tiene una enorme masa muscular, la que es complementada con un rostro de mandíbula marcada y una fuerte dosis de violencia que usa en las frecuentes confrontaciones físicas, en las que se ve envuelto. Sin embargo, la percepción cambia en el momento en que interactúa con sus amigos o inicia alguna aventura amorosa (generalmente se da con mujeres policía o detectives); en ese momento el gorila se convierte en un gigantesco osito de peluche, amable, cariñoso e incluso ingenuo. En todo caso, lo resaltante para nuestra descripción es la fuerza física, mediante la cual, a menudo, es capaz de matar de un solo golpe a algún contrincante.

Reacher es un exmiembro de la policía militar, y es un nómada. Seguramente a raíz de algún suceso de su pasado, tomo la decisión de no tener domicilio fijo, ni por supuesto familia. Generalmente usa nombres falsos, y paga sus gastos en efectivo para no ser identificado, y solo viaja en bus, o haciendo “dedo”. Esa forma de vida, relaciona a Reacher con la Norteamérica “olvidada”; los pequeños pueblos rurales, los obreros, la gente alejada del brillo de las grandes urbes. A diferencia entonces de los detectives residentes de Los Ángeles y Nueva York, los que de una manera u otra interactúan con las élites urbanas, nuestro héroe se encuentra más relacionado con el ciudadano de base, el que votó masivamente por Trump y su Vicepresidente Vance en las últimas elecciones. Y es en esa situación, de permanente tránsito, donde el protagonista se ve envuelto en distintos conflictos que muchas veces vuelven a relacionarlo con sus orígenes, con el ejército.

Desde 1997 a la fecha se han publicado 29 novelas con Reacher como protagonista, escritas por primero por el británico Lee Child en solitario, y posteriormente coescritas con su hermano Andrew.

En el cine se adaptó dos veces de la mano de Tom Cruise (Jack Reacher – 2012 y Jack Reacher: Sin regreso – 2016), quien seguramente aspiraba a poner en marcha otra franquicia exitosa, tipo Misión imposible (1996 -2024). Sin embargo, el éxito de estas adaptaciones fue modesto. Probablemente uno de los factores que les peso en contra, fueron las características físicas de Cruise, bien distintas a las del personaje. El actor trato de compensar su baja estatura y falta de masa muscular, con tosquedad y rudeza, pero no fue suficiente.

Otro ha sido el caso de la serie de televisión Reacher (2022 – 2025), producida para la plataforma de Streaming Amazon Prime, por Nick Santora y protagonizada por Alan Ritchson. En este caso sí, el actor se acomoda al concepto del “gorila”. Pero además la propuesta está muy bien realizada.

Se trata de una serie que pretende ser una propuesta de acción, sin mayores pretensiones y se centra en ello de manera consistente. La propuesta narrativa esta basada describe las obsesiones e intereses del personaje usando el suspenso, adosándolo con encuentros violentos (característicos del personaje), lo que mantiene la tensión y hace muy bien llevaderas las tres temporadas de las que consta.

Es interesante observar cómo, si bien el planteamiento del personaje es el de un “solitario”, finalmente termina realizándose a partir de la interacción con amigos o aliados (en varios casos ex – camaradas de sus tiempos del ejercito). Reacher es un matón en la descripción, pero finalmente es plasmado como un niño grande, tanto para lo bueno, como para lo malo (tierno y amistoso con los cercanos, excesivamente violento con los “malos”).

Reacher no tiene ninguna intención “trascendental”, ni artística, ni política, ni filosófica, pero cumple con creces su cometido, colocándose muy por encima de las decenas de producciones de acción de baja calidad, que se estrenan anualmente en las plataformas de streaming.

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